martes, 11 de octubre de 2011

Será como aquella canción de los años 80.


¿Por qué las modas siempre vuelven?, ¿por qué ahora de repente a la gente le gusta ser “vintage”?, ¿por qué escuchar música que no es actual?, ¿por qué dicen que no hay nada como el cine clásico o el rock de los ochenta?... Muchos porques, pocas respuestas.

Sin embargo, no es algo nuevo esto de acudir a tiempos pasados como forma de evasión. Ya hace unos siglos, en el romanticismo se remontaban a otras épocas para salir de una realidad con la que estos pesimistas por naturaleza no estaban nada conformes. El resultado: poemas tétricos, literatura que habla de protagonistas marginados, rechazados por la sociedad… Ya sé que siempre se adora lo antiguo, se idolatra y se imita. ¿Y acaso no sería mucho más útil mirar hacia delante e intentar evitar los errores del pasado?, más vale apostar por el cambio que hundirse en un mundo negro y negativo como hicieron estos románticos.
Vanguardias contra lo clásico.

VintageLas vanguardias, lo contemporáneo, todo aquello surrealista que implica cambios hacia las formas tradicionales: provoca rechazo. ¿No debería provocar más rechazo algo que ya se ha usado y no ha servido?, y si era tan maravilloso como para volverlo a usar ahora mismo… ¿por qué cambiamos de tendencias?, ¿por qué quedaron ciertas cosas obsoletas?

Con la vida pasa igual. Puedes intentar mirar hacia tiempos pasados, tiempos que sin duda fueron buenos, y pueden hacerte sonreír a pesar de que estuvieran llenos de errores. Pero algo está claro, si ya forma parte de tu pasado, no fue lo suficientemente bueno. Y sin duda, no hay nada mejor que el presente.

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