Y entonces de repente lo entiendes, estás viendo una película, leyendo un libro, ves un anuncio, o a lo mejor un cartel por la calle, cualquier tontería, algo que te hace comprender que en la vida todo son señales, que todo va a ir bien, que eso que tanto te ha preocupado va a tener un final feliz, quizá no el final que tu esperas y que seguramente habías soñado miles de veces, pero lo que sí es seguro es que será justamente el final que tu vida necesita.
No es necesario pasarse la vida pensando en cómo será nuestro futuro, en qué carrera hacer (o en incluso si vas a hacer una carrera), si vas a acabar en un despacho o debajo de un puente, si vas a casarte o a acabar en una mecedora rodeada de gatos, si vas a tener hijos que te acaben metiendo en una residencia… La cosa no va así, es mucho más sencillo que todo eso, es más fácil que pasarse horas y horas en un sillón intentado pensar qué hacer con tu vida. Se trata simplemente de seguir las señales que se te ponen en el camino y hacer poco a poco lo que finalmente será TU VIDA.
No hay comentarios:
Publicar un comentario