miércoles, 12 de octubre de 2011

A veces, sólo a veces, es bueno detenerse y mirar.

Cuesta pensar en todo aquello que hay lejos de nuestro entorno, en los millones de países, personas e historias que reposan bajo nuestro mismo cielo, bajo nuestra misma luna. Y es que, ¿no parece increíble la inmensidad humana?, lo idóneo para observarla quizás sería viajar muy muy lejos, ver diferentes culturas y poblaciones, pero lo más interesante está en el día a día. En sentarte en un banco a comer pipas e imaginar la vida de la gente que pasa por delante de ti: todo lo que esconde la mente; sus comportamientos, sus actitudes, lo que expresan sus ojos…

Es entonces cuando de verdad te das cuenta de lo pequeño que eres, y de lo pequeños que son tus problemas. De todas tus posibilidades: viajar, hacer locuras, vivir el momento, hacer lo que te dé la gana…. ¿Acaso alguien lo notará? Hay 6.775.235.700 personas en el mundo. La mayoría de ellas tendrán un trabajo normal, oficinas, papeleo, horarios… Pero yo no quiero eso, nadie quiere eso. Sin embargo, somos demasiado cobardes para perseguir nuestros sueños. Aquellos niños que de pequeños decían que querían ser bomberos, aquellas chicas vestidas de rosa que decían que querían ser actrices… Gente que abandona las cosas que sueña y luego se queja de su monótona y aburrida vida...

A veces, sólo a veces, es bueno apostar por la locura

"Elige vida. Elige un empleo. Elige una carrera. Elige una familia. Elige un televisor grande que te cagas. Elige lavadoras, coches, equipos de compact disc y abrelatas eléctricos. Elige la salud, colesterol bajo y seguros dentales. Elige pagar hipotecas a interés fijo. Elige un piso piloto. Elige a tus amigos. Elige ropa deportiva y maletas a juego. Elige pagar a plazos un traje de marca en una amplia gama de putos digitos. Elige bricolaje y preguntarte quién coño eres los domingos por la mañana. Elige sentarte en el sofá a ver tele-concursos que embotan la mente y aplastan el espíritu mientras llenas tu boca de puta comida basura. Elige pudrirte de viejo cagándote y meándote encima en un asilo miserable, siendo una carga para los niñatos egoístas y hechos polvo que has engendrado para reemplazarte. Elige tu futuro. Elige la vida... ¿pero por qué iba yo a querer hacer algo así? Yo elegí no elegir la vida: elegí otra cosa. ¿Y las razones? No hay razones. ¿Quién necesita razones?"


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