Desde que somos pequeños soñamos.
Soñamos con lo que queremos ser de
mayores. Soñamos con un futuro. Soñamos con una casa. Soñamos con
una familia. Soñamos con un trabajo. Hasta los adultos nos cogen
fuertemente los mofletes y nos preguntan entusiasmados que qué
queremos ser de mayores.
A veces incluso nos obligan a soñar.
Nos obligan a hacer lo que se espera que hagamos, a seguir unos
esquemas, a soñar con ese concepto que todo el mundo tiene de
futuro. Nos obligan desde pequeños a hacer actividades, a aprender
idiomas, a hacer cosas que nos ayudarán para ese maravilloso futuro
que nos espera. Porque... ¿qué es el ser humano sin sueños?.
No tendría ningún sentido despertarse
por las mañanas y no esperar recibir nada a cambio de la vida
durante esas 24h siguientes que hay por delante.
Sin embargo, van pasando los años.
Estudiamos, vivimos, nos centramos en otras cosas; pero todo eso lo
hacemos sin apartar de nuestra cabeza lo que poco a poco vamos
deseando cada vez más. Eso que todos soñamos con hacer dentro de
veinte años. Unos apuestan por la familia y el trabajo estable. Otro
prefieren recorrer mundo con una mochila y alguien de la mano.
Pero la vida es rápida, y no hacemos
nada al respecto. ¿De verdad esperas que tu sueño se va a cumplir
solo?, ¿que de repente un día se te va a aparecer la oportunidad de
tu vida delante de tus narices?, ¿que de un día para otro de vas a
convertir en ese tipo de persona que quieres ser?.
Las personas nos hacemos, con cada
pequeño acto, cada pequeña cosa que forma nuestra personalidad.
Actuaciones que nos hacen ser más responsables, más creativos; que
nos hacen acercarnos a nuestros sueños. Sueños que pueden
cumplirse.
Pero si algo tengo claro es que los
sueños no se cumplen, LOS SUEÑOS LOS CUMPLES TÚ.
"En un mundo descomunal siento mi
fragilidad.
No quieras ocultar que has pasado sin
tropezar."
que bonito escribes! Te sigo desde hoy :) Pasate y si te interesa me sigues :D
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo. Me encanta.
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