lunes, 14 de mayo de 2012

Hacer que tenga sentido a base de sinsentidos.


Es curioso pensar de manera objetiva en nuestra vida, en nuestra cultura, en nuestro país... Todo lo que vamos haciendo a lo largo del día nos parece muy simple, lo hacemos de manera mecánica. Sin embargo, ¿qué pasaría si viniera alguien de otro planeta con otras costumbres y viera todo lo que hacemos en un día? ¿tendría algo sentido?
Hay millones de cosas que, de hecho, NO tienen ningún sentido. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos. Empecemos por el momento de vestirnos, las mujeres no tenemos otra cosa mejor que hacer que ponernos unos tacones. Si un marciano viera eso desde fuera pensaría que somos poco prácticas, algo completamente cierto, ¿y si tenemos que correr para salvar nuestra vida?
Acto seguido haríamos otras cosas absurdas, tales como pintarnos la cara. Igual que pintamos un cuadro, pues cogemos una brocha y nos pintamos la cara. Debe de ser algo extraño para quien no comprenda esa costumbre. Al igual que nosotros podemos ver raro que las africanas se pongan platos en las barbillas.
Pero es que luego, la cosa va en aumento. ¿Comemos? Claro que sí, algo lógico, pero no cuando tenemos hambre, sino a las horas establecidas, y además lo justito y necesario para la operación bikini chicas, vaya a ser que no le gustemos a algún ser humano que comparta las mismas costumbres tontas que nosotras. Alguien de fuera miraría boquiabierto el esfuerzo que hacemos para NO comer, cuando el instinto natural es buscar comida.
Hablemos ahora del amor, algo simple, lo suyo sería juntarse para reproducirse y continuar la especie. Pero no oye, que nos ponemos caprichosos, nos da por enamorarnos y todo.
Pero ahí está la clave, y es que lo bonito de la vida son los sinsentidos. Todo aquello que no tiene explicación, que hacemos porque sí, no porque sea un instinto natural, sino porque de una manera u otra lo necesitamos, para que la vida tenga gracia, para que todo tenga sentido. ¿Paradójico verdad? Hacer que tenga sentido a base de sinsentidos.
"El sentido común es una colección de prejuicios adquiridos a los dieciocho años. Albert Einstein."