domingo, 14 de noviembre de 2010

Dame una pista que si no resbalo.

¿Izquierda o derecha?, ¿hacia alante o hacia atrás?. No sé como seguir. Mis pies no pueden moverse. Estoy bloqueada. Hay demasiados caminos, demasiadas desviaciones. Me pierdo y solo echo a andar. Mi paso se va acelerando. Acabo corriendo. Agobio. Mareo. ¿Qué es esta extraña sensación?, ¿acaso estoy perdida?. Sigo corriendo, y salgo de todos esos caminos de tierra en medio del bosque. Solo se oye el silencio, el ruido del bosque ha cesado.
Y entonces es cuando lo entiendo todo, no es que ahora esté perdida. Llevaba demasiado tiempo perdida y por fin me he encontrado. Por fin he salido de todos esos caminos que parecían muy bonitos pero que no llevaban a nada y he alcanzado mi meta, una explanada amplia, silenciosa, y dispuesta a ser explorada y a ser moldeada a mi voluntad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario